quinta-feira, 18 de fevereiro de 2010

De colúmpios

Era uma vez um colúmpio.
Era mui, mui colúmpio, ese colúmpio.
Dejavase quedar, asi, como quien no quiere nada, bajo un arbol.
As veces, un chico venia verlo. Y as veces, lastimava el chiquilino, que volvia a la casa de la abuela llorando. Y muchas veces se divertian juntos, con las patitas del niño volando sobre los almendros cercanos.
El colúmpio mirava el mundo, as veces las nevada, o días de sol. Pero hoy, habia una lluvia que invitava al sueño, gotitas suaves a traves de la niebla.
Y el, ‘cachondeando’ un pínus:
- Alúúúúúbia – y cerrava los ojitos, contente.
- Qué? Eh?
- És que me gustas tu...
- Y que tienen las alubias?
- Son tan sensuales...
- Que inspirado estás.
- La visita del chiquilino.
- Ah, si? Y que tal?
- Estava con una chica, enamoradiza de columpios...

Y la pareja mirava al cielo, entre las ramas del pinus, las gotitas llenando los ojos.

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