sábado, 3 de setembro de 2011

"si no nos dejais soñar, no os dejaremos dormir"

Esa frase la he leído hace unos días, en ese 'pié de página' automático que algunas y algunos ponemos en los mails.
"Si no nos dejan soñar, no os dejaremos dormir", o algo así.

Hasta donde sé, nadie impide a nadie de soñar. Todas y todos podemos soñar.
No, no 'podemos' soñar; en el capitalismo, DEVEMOS soñar.

El capitalismo nos hace eso: socializa los sueños y los incentiva.
En las mujeres se nos construyen sueños de belleza rubia, delgada y eterna. La piel perfecta, macía. El pelo rubio, suave. La voz, sexy. Los ojos, azules y angelicales. El comportamiento, dócil, refinado, adecuado. La ropa, de marca, cara, de la mejor tela que haya, y hecho con exclusividad por algún nombre muy conocido. La casa, con piscina, of course, un jardín donde un empleado pobre y lleno de músculos nos va satisfacer sexualmente as veces, cuando haya peleas con el marido, el rico, guapo, bien sucedido y adecuado hombre. Ese marido que nos irá regalar joias para hacer las pazes.

Si, también podemos tener otros sueños. El de la belleza es casi universal. La siguiente parte muda más: sueño que me voy a los pobres países del sur, donde abunda la miseria, la suciedad, la maolencia, y arreglo todo!

O, otra versión: los banqueros van a dejar de robas a la población.
O, los latifundistas van dejar de concentrar la tierra, acción que mata miles y miles de personas.
O, el agronegocio va dejar de demolir nuestro mundo con sus "tecnologías para el desarrollo".

Todas y todos podemos soñar.

Lo que no se nos permite, en el capitalismo, es realizar eses sueños.
En Inglaterra, una multitud de chavales y chavalas atacó a centros comerciales en búsqueda de productos para consumir.
En Brasil, pandillas de niñas y niños atacan a comercios y personas, en búsqueda de productos que los dejen "más guapas y guapos": shampoos, tintes para pelo, lentillas coloreadas, ropas, zapatos.

Qué quereis? Una ferrari? Un otro mundo? Podemos tener eses sueños. Eso no quita el sueño de "ellos".
Lo que puede quitar el sueño de los capitalistas, es cuando actuamos para realizar nuestros más originales y colectivos sueños; eso pasa necesariamente por derrumbar el capitalismo.
El capitalismo socializa los sueños, pero quita de la mayoría de la población la posibilidad de realizarlos. Y, mientras las trabajadoras y trabajadores tengan sueños burgueses, seguiremos peleándonos unos contra otras, sin mirar el verdadero enemigo.

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